sexta-feira, 13 de julho de 2012

El Bribón Encantador


Bajo la luz de un callejón
Se escucha la voz de un anciano
Con su voz ronca y humilde
Contó la historia de un joven señor

Don Juan Tenorio, el bribón encantador
Cuentan que la magia de su rostro es inmensa
Roba a las mujeres su fe y su razón
Él dominaba a los hombres, le llaman El cid

El cid Don Juan, que apostó al amor de Doña Inés
Que escuchó a la fría piedra en el cementerio
Que ganó la apuesta al derramar más sangre
Que raptó su amada de la paz del convento

Cállate ya mis amigos. Ahora es mi turno para hablar.
Soy Don Juan Tenorio, el bribón encantador
Nací siendo libre y quería mi libertad
Quería  Doña Inés, la novicia hermosa

Pero fue su voluntad renunciar a vivir sin amar
Después de muerto una guerra gané
Burlé a la muerte y volví a encontrar
Después de la agonía, doña Inés en el cielo

Y no hay disfraz que pueda al tiempo burlar
La noche se va cerrando y la historia llega a su fin
El joven se arrepintió de su vida de crimen
Solo queda una pregunta: ¿Por el amor todo vale la pena?